“Hay veces que para saber la verdad es mejor mirar a los ojos que intentar leer entre líneas.”
Es la 1:33 de la mañana de un martes veinticinco de agosto. Llevo una semana dando forma a esta web maldita que en cuatro años ha dado tres nuevos clientes, eso sí, tres de tres, una tasa de conversión del cien por cien. Para poder tener una visión objetiva de la realidad de este sitio, pedí a un amigo y a una cliente sus respectivas opiniones. Una vez digeridos, analizados y meditados sus consejos, como siempre haré lo que menos se esperaba de mí, lo siento.
La palabra contenido lleva cuatro años metida en la mochila de las cosas pendientes de Youwork, pero creedme, es muy difícil montar un negocio en el que eras novata, conseguir que amigos y personas que no te conocen de nada confíen en ti sus números, mimar a los clientes conseguidos, cumplir con Hacienda, con la Seguridad Social y todo en medio de esta vida de asesora condenada a ir siempre en plazo. Además de todo eso, tendría que haberme parado a generar contenido de interés, y llamar la atención de otros autónomos pegándome codazos por las esquinas de internet..., un rollo macabeo que ni delegándolo me motiva. Lo siento de nuevo, no lo conseguí.
Y después de que ayer me llamaran cateta, a mí, por no querer entrar en la rueda de las campañas de Facebook Ads, de las páginas optimizadas por profesionales del SEO, del bueno y del malo, por tener mi propia visión de mi negocio, de las necesidades de visibilidad de este y del mensaje que quiero transmitir, esta madrugada por fin ha sonado la campana. Una idea loca, que no es propia, ha venido a mi recuerdo: “Lo que deberías hacer un día es escribir Asesora de Pueblo, y contar anécdotas de estos cuatro años con otros autónomos, de lo que has tenido que ver y oír como asesora”. Pues querido Paco, aquí estoy, desafiando como siempre a la lógica y a lo más SEO del momento.
Comienza aquí un anecdotario que no sé si me servirá para posicionar la web, pero que igualmente voy a utilizar de excusa para crear el dichoso contenido que no llegaba, my way como diría Sinatra. Prometo humor, consejos prácticos, moralejas, caminos por los que tirar y otros que es mejor no pisar en la vida empresarial. La musa de la inspiración me ha cogido con la web en obras, sin textos, servicios por definir, pero oye, hay veces que recibes visitas inesperadas en casa, te pillan con todo por hacer y al final resultan los momentos que mejor recuerdas con ellas. A mi lo de tirarme a la piscina medio llena siempre me ha ido muchísimo. Pasad y leed, estáis en vuestra casa.
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Próximos:
- Salir y encontrar lo que peor te venía.
- La Fresca.
- El de la factura falsa.
- Mi primera y última hipoteca.
- Mi primera vez.
- No era un buen socio.
- Mi cuñado es abogado.
- Porque me va cambiar de forma jurídica.
- Cuando me quisieron comprar.
